Era la época del feminismo. Yo era francamente feminista, veía la poca diferencia que había entre los dos sexos. Encontraba [a] muchos hombres estúpidos, tan estúpidos o más que las mujeres, y que sin embargo, gozaban de un sinfín de prerrogativas en todas partes, desde las mismas ideas ancestrales, pasando por la literatura, hasta la iglesia, etcétera. Esto me sublevaba.
Yo creía que si las mujeres, empezando por mí, a quienes veía en mi propia casa, en mi propia familia, a muchas con magníficas cualidades, no éramos más inteligentes era por nuestra falta de preparación, por nuestra falta de conocimientos.
De "Recuerdos de una mujer de la generación del 98"
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