26.10.19

Carmen Conde. Tierra

No puedo separarte de tu destino o misión.
Eres mi cuerpo y seré de tu tierra, mañana.
Amasijo de aves, de flores, de cenizas tibias
que conllevas tú. 
   
Así estoy creada, con los seres minúsculos
que inacabable absorbes, codicia avariciosa
de incorporarse criaturas, las que hiciste
para dejarlas volar, oler, amar y quemarse...
Ah, esas hogueras tuyas que no se acaban nunca
y alimentamos todos.
   
En mis manos hay parte de tu corteza,
de las ya consumidas y dolientes partes
que vientos y lluvias avasallaron... Oigo
vocecillas apenas, gemidos apenas, oigo
la muchedumbre que te puebla. Digo:
esto fue una alondra, esto de flores
consumidas con ansia de volver al origen. Estos
granos son de algún cedro, nogal o ciprés
que lentamente se desmoronaron.


(De La noche oscura del cuerpo, 1980)


En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
    

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