-Tranquila. Cambia y revisa tu plan, eso es todo. Si intentas ser cien cosas a la vez, serás mala en todas, no?
-Momento de aprender a nadar? -pregunté, y pude oír su sonrisa en su respuesta:
-Seguramente.
Entre nosotras dos aprender a nadar significaba no pedir a los demás que te mantuvieran a flote y segura.
De "Tu madre errante"
en el libro "Dime. Treinta cuentos"
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