Nuestra herencia es grande. La de todas las mujeres de la Tierra. Nuestra herencia está construida sobre el estiércol del miedo y sobre todas las que hemos sufrido: no tú, no yo, no una mujer o diez o cien o mil en concreto, sino todas aquellas, millones, decenas de millones, que no conocemos ni conoceremos.
De "Cuando asedien tu faz cuarenta inviernos"
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