Vengo para que creáis mis palabras.
No he venido a por vuestro dinero.
Vengo para que entre todos se reparta.
Vengo a vosotros desde las tiendas rotas
que rasgó el viento y arrastraron las aguas.
Os pido a todos, os ruego ancianos,
niños pequeños y muchachas hermosas,
no construyáis tiendas, sino casas de plata
que el bosque no encale con la escarcha.
No vine a por vuestro dinero.
Vine para que nos acojáis a todos
y no se convierta en noche negra
la luz del día.
De "El bosque, mi padre"
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