Aquí está la tristeza.
No hay mar para abarcarla con latidos
de barcos por sus olas,
no hay albas más inciertas por sus bordes,
ni sueños que respiren
paisajes humanísimos y ocasos.
Porque está aquí y es solo la tristeza
de saberme mujer como manzana
asomada a la lluvia del espejo,
a una historia desnuda de relatos
y un pasado sin nombre y consecuente
y justamente azul, como debiera,
como debe erigirse en la memoria.
Ahora tengo una mano de marfil
y otra de ausencia
y ejerzo de tristeza y de noviembre.
(De Canciones de la tarde, 1995)
En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
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