Necesitamos nada menos que una reformulación del mito del amor. Este poema de Alice Walker -mi poema de amor preferido- podría ser un buen comienzo:
He aprendido a no preocuparme por el amor;
pero cuando llega a cogerlo
con todo mi corazón.
A examinar los oscuros misterios
de la sangre
con imprudente atención y
arrebato,
a reconocer el murmullo de los sentimientos
veloces y fluidos
como el agua.
La fuente parece ser
una inagotable
primavera
en nuestro gemelo y triple
yo interior;
el nuevo rostro que levanto
hacia ti
nadie en la tierra
jamás lo ha
visto.
De "Revolución desde dentro"
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