de la desesperanza, el invierno
debería tener significado para vosotros.
No esperaba sobrevivir,
la tierra me asfixiaba. Jamás esperé
despertar de nuevo, sentir
en la húmeda tierra mi cuerpo
capaz de responder otra vez, recordando
después de tanto tiempo cómo abrirme
de nuevo en la fría luz
de la temprana primavera:
asustada, sí, pero de nuevo entre vosotros;
llorando, sí, me arriesgo a la alegría
en el áspero viento del nuevo mundo.
De "El iris salvaje"
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