... como regalos, o conchas del peñón de Eritrea
o polluelos de alción todavía sin alas,
a la ninfa, a modo de juguetes, le llevó,
aunque él nada esperaba.
Y del lloro de aquel llegó a compadecerse
una Sirena virgen, vecina del lugar,
porque a nado volvía por aquellas orillas escarpadas
y por los parajes próximos al Etna.
En "Grecorromanas.
Lírica superviviente de la Antigüedad clásica"
No hay comentarios:
Publicar un comentario