Me da miedo acostarme y despertarme; me da miedo el día de mañana y todos los que le seguirán. Me embarga un pasmo lleno de incredulidad porque el cartero sigue viniendo como siempre y la gente me invita a hablar en sitios y en la pantalla del móvil continúan apareciendo noticias. Cómo es que el mundo sigue adelante, respirando inmutable, mientras mi alma sufre una dispersión permanente?
De "Sobre el duelo"
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