26.1.22

Anne Carson. Norma Jeane Baker de Troya

ESCENA: 
Troya y Los Angeles
ELENCO:
Norma Jeane Baker


Entra NORMA JEANE BAKER. 

Entra Norma Jeane Baker.
Prólogo. 
Éste es el Nilo y yo soy una mentirosa.
Ambas cosas son ciertas.
Estás confundida aún?
La obra es una tragedia. Observa atentamente ahora
cómo la rescato del sufrimiento.
Supongo que has oído hablar de la Guerra de Troya
y de cómo la cauda fue Norma Jeane Baker,
ramera de Troya.
Bien, bienvenidos a Relaciones Públicas. 
Todo aquello fue una farsa.
Un farol, una treta, un timo, un truco, una gema de estratagema.
Lo cierto es,
una nube partió hacia Troya.
Una nube en forma de Norma Jeane Baker.
Fue una suerte de acuerdo entre los dioses.
Me mandaron en un vuelo a LA. Me encerraron en una suite del Chateau Marmont.
Me dijeron que memorizara mis parlamentos para Encuentro en la noche,
una película del célebre director, Fritz Lang.
Sobre él he dicho ya suficiente.
Pero hablando de huestes ignorantes,
esa nube los engatusó a todos.
Tal vez murieron mil troyanos en Troya. Siento pena por ellos.
Siento pena por mí. 
Conoces la expresión "veneno de taquilla"?
Cómo rescatar ahora el buen nombre de Norma Jeane?
Cómo explicar todo esto a Arthur?
Arthur, mi buen marido,
rey de Esparta y Nueva York,
estimado honorable, anticuado Arthur,
que condujo su ejército a Troya para reconquistarme.
Después de todo soy su posesión más preciada -los griegos
valoran menos a la mujer que al oro puro,
aunque ligeramente por encima de los bueyes, las ovejas o las cabras-
pero también, 
y más importante,
Arthur es un hombre que cree fervientemente en la guerra.
Hombres se alzan hombro con hombro,
templados en el fragor de la batalla.
Él mismo,
casco crestado,
su ejército ondeando en torno suyo
como abejas al aroma de la miel.
Arthur agradece cada día a los dioses
la precisión de su control,
que crea orden en la anarquía de su corazón.
Una nube?, dirá él. Viajamos hasta Troya por una nube?
Vivimos todos esos años con la muerte pisándonos los talones por una nube?
No estoy segura de que él me crea.
No estoy segura de que yo me lo crea.
Sólo piensa,
cuando los griegos vararon sus barcos por primera vez en Troya
pudieron ver brillar la legendaria ciudad a una distancia poco mayor que un campo de fútbol.
Les costó diez años llegar hasta ella.
Miles de camisetas ensangrentadas quedaron en la arena.
   
Ay, necesito un trago.
Quizá un tazón gigante de nata batida. Debo pensar.

NORMA JEANE BAKER se sienta, saca su tejido.


Principio de "Norma Jeane Baker de Troya"
    

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