8.1.22

Virginia Woolf. Carta a Vanessa Bell

Monk's House, Rodmell [Sussex]
Domingo, 22 de mayo de 1927

Queridísima:
Tu carta me hizo sentir tan excitada y complacida, que me pasé el día trotando de un lado al otro, como un cachorro con un hueso. 
[Me pareció que en la primera parte del libro has hecho un retrato de mamá que para mí se parece más a ella que cualquier cosa que me pareciese posible. Es casi doloroso verla levantarse de entre los muertos. Has hecho sentir la extraordinaria belleza de su carácter, y eso debe ser lo más difícil del mundo. Fue como volver a verla como una adulta y en pie de igualdad, y me parece que haber podido verla así es una extraordinaria hazaña creativa. Creo que has tratado a papá con la misma claridad, pero tal vez no sea tan difícil, aunque puedo equivocarme. Hay más de donde agarrarse. Sin embargo, me parece que es lo único que ha dado una verdadera idea de él. De modo que ya ves que, por lo que se refiere a la pintura de retratos, me pareces una artista soberbia y es tan perturbador encontrarse otra vez con esos dos cara a cara, que apenas pienso en otra cosa... No obstante, no creo que sea sólo porque los conocí que me inspiran esos sentimientos, porque Duncan, que no los conoció, dice que es la primera vez que comprende a mamá. De modo que tu visión de ella se sostiene como un todo por sí sola, no sólo como recordatorio de cosas... Estoy de acuerdo con  Leonard.]*


*Fragmento de la carta de Vanessa Bell sobre Al faro.


En el libro "Cartas a mujeres"
    

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