Vivimos lejos el uno del otro. Pero nos acostamos como si pasáramos cada noche juntos. Nos acostamos como si quisiéramos estar siempre juntos.
"Así es como pensaba que debía ser un hombre. Como ahora, al acostarme con él. Le amo. He aprendido a amarle."
Dentro de unas horas, comenzará el día. Cada cual lo vivirá con sus ocupaciones.
Me corro con él de una forma tan insaciable que soy capaz de conceder que en este país el sol sale por el este y se pone por el oeste.
Nos acostamos otra vez poco antes de amanecer. Es el hombre que me espera, el que, con su calor, hipnotiza mi cuerpo y despierta mi humedad. El momento más bonito de la vida. El momento en que, en lo más profundo de mi existencia, me siento unida al mar, las playas, el viento, la superficie de la tierra y la cúpula celeste. Este momento que consagra la unión entre dos personas. Infinito. Este momento que reconcilia todos los instantes de la existencia. La vida humana debería ser la esencia de infinitud que existe en la unión de dos personas. Debería ser la esencia del sol. Debería ser la esencia de la fuerza que se siente y se hace sentir en el acto del amor.
La esencia del calor que nos envuelve. De las noches que refrescan. Y de las estrellas que engalanan las noches. Esta unión, esta humedad, debería ser la esencia del cielo azul que recubre el Mediterráneo, la fuerza infinita que da la vida y que la impulsa más allá, hacia el horizonte alejado de las blancas olas que rompen en las orillas o de la verde placidez del Mediterráneo.
La esencia del calor que nos envuelve. De las noches que refrescan. Y de las estrellas que engalanan las noches. Y de la luna llena. Y de los insomnes por la luna llena, de todos aquellos que esperan la muerte las mañanas pálidas y brumosas.
(La muerte es cosa de un día, no?).
La esencia del calor que nos envuelve. De las noches que refrescan. Y de las estrellas que engalanan las noches. La conmoción que experimentan dos personas al abrazarse debería ser la esencia del universo. Esa unión que llega al infinito, que existe, que hace vivir, que transporta la vida a eras futuras...
Agosto 1978 - agosto 1979
Final de "Las frías noches de la infancia"
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