Pero aquí viene la revelación que no me resulta fácil: soy escritora. Eso no me suena bien. Demasiado pretencioso; impostado, o poco convincente, por lo menos. Prueba otra vez. Escribo. Así está mejor? Intento escribir. Eso lo empeora. Falsa modestia. Entonces qué?
No importa. Comoquiera que lo diga, las palabras crean su espacio de silencio, el delicado instante de la visibilidad.
De "El despacho"
Uno de los relatos de "Danza de las sombras"
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