24.4.23

Vivian Gornick cita a Willa Cather y a Katherine Anne Porter

Willa Cather apuntó en cierta ocasión que en todas las familias
la simple lucha por tener algo propio, por ser uno mismo, crea un elemento de tensión que mantiene a todos sus miembros casi en el punto de rotura. [...] hasta en las familias más armónicas hay una doble vida: la vida de grupo, que es la que podemos observar en la casa de cualquier vecino, y, por debajo de ella, otra -secreta, apasionada e intensa- que es la vida real que imprime su sombra en los rostros y da carácter a las voces de nuestros amigos. Cada uno de los miembros de esta unidad social está pensando constantemente en escapar, en huir, intentando rasgar la red con que las circunstancias y sus propios afectos lo han ido envolviendo. Vemos que las relaciones humanas son la trágica necesidad de la vida humana, [...], que cada ego pasa la mitad de su tiempo ansiándolas y la otra mitad intentando escapar de ellas.
Años más tarde, Katherine Anne Porter escribió sobre este fragmento:
Es magistral y cristalino y, en mi opinión, harto autobiográfico: me provoca ternura imaginarme a esa muchacha grandota, solitaria y parsimoniosa que acabaría siendo una artista, cuando volvía de estudiar latín y griego con un viejo tendero [en el pueblo], ayudaba con las labores de la casa, se sentaba luego al fuego para hacer callar a una asertiva prole de hermanos y hermanas, practicando su arte sobre ellos, negándose a perderse entre ellos... La hija de alas más largas, que por fin habría de volar libre.


De "Willa Cather"
uno de los ensayos de "El fin de la novela de amor"
    

No hay comentarios: