antes siento acrecer lo uno y lo otro,
y de lo uno y de lo otro no me duelo,
mal sabe Amor que está a mi lado siempre,
por qué siempre me deja la esperanza,
cual niebla por el viento combatida,
la esperanza, contento de mi pecho,
sin la cual no se vive, y no he vivido?
En medio de mi pecho a veces dice
un incógnito miedo: "Oh, pobrecilla,
no has de vivir feliz por mucho tiempo;
pues puede abandonarte sin tardanza
la luz que es de tus ojos la ventura,
y con ello acabar todos tus gozos."
En "Tres poetisas italianas del renacimiento"
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