8.5.23

Emilia Pardo Bazán. La gota de sangre

Para combatir una neurastenia profunda que me tenía agobiado -diré neurastenia, no sabiendo qué decir-, consulté al doctor Luz, hombre tan artista como científico, y opinó sonriente. 
-Usted no necesita cuidarse... sino todo lo contrario. 
-Descuidarme?
-Casi... Tratamiento perturbador. Hacer cosas que presten a su vida violento interés. Lo que padece usted es atonía, indiferencia: le falta estímulo. No podría usted enamorarse?
-Me parece que no. Las mujeres, para un rato. Y aun ese rato lo suelen envenenar. Y las que no lo envenenan, empalagan. Mal remedio, doctor, mal remedio. 


Principio de "La gota de sangre"
    

No hay comentarios: