9.6.23

Nathalie Léger. El vestido blanco

A veces, en esos momentos vacíos en los que, ni preocupación ni placer alguno se apoderan de nuestra mente, cuando ningún asunto absorbe nuestra atención, ni por deber ni tan siquiera por esparcimiento, cuando mirar ya no es suficiente y quedarse de brazos cruzados es imposible, hemos de regresar a una de esas preguntas sin respuesta que hemos dejado de lado: encendemos la luz del apartado cuarto donde la hemos arrinconado, y ahí está, aguardándonos, esa minúscula pregunta.


Principio de "El vestido blanco"

    

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