Para Humberto Valdivieso
Ceñidos ambos contendientes, comparecieron en medio
del circo, levantaron las robustas manos, acometiéronse y
los fornidos brazos se entrelazaron.
La Ilíada, Canto 23, V. 676
[A. LOS BOXEADORES NO PODRÁN
USAR SUS PROPIOS GUANTES]
Yo siempre quise echarlo todo a perder.
Darle la espalda al contrincante
y antes del conteo
[entre los vértices del cuadritátero
y el borde del ring]
[antes del conteo] tirar la toalla.
Amaestradas las suertes del boicot
artera la coartada antes del derribo
flagrante el bajogolpe
a ojos de réferi preciso
mal colocados los vendajes
personas y cosas
nombres que se pierden.
La pelea ya está vendida
le dije al invisible mánager.
Yo siempre quise apostarlo todo en contra mía.
En "Sombra roja. Diecisiete poetas mexicanas (1964-1985)"
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