He aquí lo único que permanece inalterable: mi marido sufrió un accidente. Todo lo demás cambia. Un nieto me necesita hasta que ya no. Mis hijos y yo nos llevamos bien hasta que uno u otra se distancia. Fumo hasta que dejo de fumar; tejo ponchos, luego gorros, chales, gorros de nuevo, abandono el punto, lo retomo. El reloj hace tictac, las estaciones se relevan, el cielo nocturno se reajusta, pero mi marido es constante, y sus lesiones, permanentes. Me ancla al suelo que piso. Rich es el espacio donde brillo. Con él, puedo contar conmigo misma.
Principio de "Una vida de tres perros"
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