Tanto como la vista la noticia
de grandes cosas suele las más veces
al alma tiernamente aficionarla,
que no hace el amor siempre justicia,
ni los ojos a veces son jueces
del valor de la cosa para amarla,
mas suele en los oídos retratarla
con tal virtud y adorno,
haciendo en los sentidos un soborno
(aunque distinto tengan el sujeto,
que en todo y en sus partes es perfecto),
que los inflama a todos,
y busca luego artificiosos modos
con que pueda entenderse
el corazón que piensa entretenerse,
con dulce imaginar para alentarse,
sin mirar que no puede
amor sin esperanza sustentarse.
El sustentarse amor sin esperanza,
es fineza tan rara, que quisiera
saber si en algún pecho se ha hallado,
que las más veces la desconfianza
amortigua la llama que pudiera
obligar con amar lo deseado;
mas nunca tuve por dichoso estado
amar bienes posibles,
sino aquellos que son más imposibles;
a estos ha de amar un alma osada,
pues para más alteza fue criada
que la que el mundo enseña,
y así quiero hacer una reseña
de amor dificultoso,
que sin pensar desvela mi reposo,
amando a quien no veo, y me lastima:
ved que extraños contrarios
venidos de otro mundo y de otro clima.
(...)
En "Poéticas. Antología de mujeres del siglo XVII"
No hay comentarios:
Publicar un comentario