Una dama encantadora, enemiga declarada de la mentira, tenía una amiga joven, muy ingeniosa y muy alegre, que en cambio no estaba del todo convencida de rechazar por completo su utilización. Ambas acudieron juntas a visitar la residencia en el campo de uno de sus amigos; otras dos damas y dos caballeros formaban también parte del grupo, y el dueño de la casa -que lo había preparado todo para recibirlos y conocía los deseos de la dama enemiga de la mentira, a la que llamaré Belisa- acogió a aquel grupo encantador con sumo placer.
Principio de "Sobre la mentira"
En el libro "Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad"
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