16.9.24

Madeline Miller. Galatea

Resultaba casi tierna la forma en que se preocupaban por mí.
-Está usted muy pálida -observó la enfermera-. Debe guardar reposo hasta que recupere el color.
-Es el mío de siempre -respondí-, porque antes estaba hecha de piedra.
La mujer esbozó una sonrisa ambigua mientras estiraba la manta hacia arriba. Mi esposo le había advertido de que yo era fantasiosa y que la enfermedad me impelía a decir cosas que iban a sonarle extrañas.


Principio de "Galatea"
    

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