Viernes silente,
viernes deshabitado,
viernes melancólico
como las callejuelas,
viernes de largos bostezos insidioso,
viernes sin perspectivas,
viernes claudicado.
La casa vacía,
la casa taciturna,
la casa cerrada a la frescura,
la casa de las oscuridades que imaginan el sol,
la casa de las soledades, de los presagios y las incertidumbres,
la casa de las cortinas, los libros, las imágenes y las alacenas,
ah, cuán sigilosa y altiva pasó!
En el seno de estos viernes silenciosos, desolados,
mi vida, como un riachuelo que corre por tierras extrañas,
ah, qué sigilosa y altiva pasó...!
De "Otro nacimiento"
(también "Nuevo nacimiento")
En "Eterno amanecer. Poesía completa"
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