ser extravagantes seremos
enormes y húmedamente
extravagantes. Entonces caeremos
hoja a hoja hasta el suelo. Es
esta nuestra tarea inalterable, y la hacemos
con alegría".
Y continuaron. "Óyenos,
los grilletes del corazón no son, como piensas,
la muerte, la enfermedad, el dolor,
la esperanza no correspondida, ni la soledad, sino
la lasitud, la tristeza, la vanagloria, el miedo, la ansiedad,
el egoísmo".
Su perfume, sin dejar de elevarse
desde sus cuerpos ciegos, me hizo
estremecerme de alegría.
De "La sed"
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