17.5.25

Doina Ioanid. Demasiado cansada...

Demasiado cansada, demasiado miope. Hasta mi nombre
se me resbala, concha aplastada, a través de la piel, en mis
profundidades, entre mis tejidos blandos, entre mis órganos que
pulsan como soles espantados, allí donde nada de lo que hay
afuera alcanza ya.


En "Sombras, incendios y desvanes.
Diecisiete poetas rumanas (1961-1980)"
    

No hay comentarios: