Es un regreso a la infancia
con el gusto de lo prohibido
pero no tanto,
con la inquietud de lo clandestino,
pero no tanto.
Y con todo el tiempo por delante
para no hacer,
para nada.
Un día entero se despliega
con la magia de un mapa
de mago
y muchas tentaciones vagas
se insinúan al azar, atropellan,
se disuelven.
Pueden hacerse mil cosas
o solo existir en duermevela.
Es como irse del mundo porque sí
porque no,
es un bajarse del amor si decir
adiós.
Es la pausa que uno se regala
para creerse alguien o algo.
Todo termina en la tarde,
a las 6 en punto,
y así lo anuncian las campanas
que llegan de San Diego.
De "Los placeres verdaderos
(poemas inéditos)"
En "Poesía completa"
No hay comentarios:
Publicar un comentario