22.12.25

Elena Garro. La casa junto al río

Las tragedias se gestan muchos años antes de que ocurran. El germen trágico está en el principio de las generaciones y éstas, como los caballitos de las ferias, hacen la ronda alrededor del tiempo, pasan y nos señalan. Pasa Caín asesinando a Abel y la quijada de burro permanece en su lugar inicial; pasa el incestuoso lecho de Edipo y sus horribles ojos sacados de las órbitas; pasa Helena con el fruto de oro, premio a la belleza y origen de la guerra, y pasa Job, castigado por su inocencia. 


Principio de "La casa junto al río"
En "Novelas breves"
    

21.12.25

Nerea Zubikoa. Time

Suave brisa
que mece el cabello
tiempo en espera
tiempo presente.
Y tú 
sigues ausente


De "Transtorno de déficit de ti"
    

20.12.25

Melba Escobar. Cuando éramos felices y no lo sabíamos

BOGOTÁ 
25 de abril de 2020, 3:13

Estoy aquí, frente a la hoja en blanco, en vez de estar durmiendo por lo que les voy a contar. Llevamos ya cinco semanas de confinamiento por causa de la pandemia ocasionada por el covid-19. A lo largo de estos días me he preguntado muchas veces qué habrá sucedido con todos esos venezolanos sin techo que vivían en las calles bogotanas. También muchos colombianos, claro. Pero sobre todo venezolanos. Migrantes del hambre y la desesperación. 


Principio de "Cuando éramos felices y no lo sabíamos"
    

19.12.25

Anita Blackmon. El enigma de los gatos asesinados

No fue un desbocado afán de aventura desarrollado recientemente lo que me condujo hasta ese macabro y siniestro enredo en Mount Lebeau, por más que mi hijo adoptivo Stephen Lansing sugiera lo contrario. Tampoco es cierto, como Ella Trotter insiste en afirmar, que yo fuera corriendo hasta donde Cristo dio las tres voces solo por robarle el protagonismo. Tal como expliqué inútilmente cuando el tercer gato destripado apareció en mi cama, de haber imaginado la espantosa serie de acontecimientos que desde la misma tarde de mi llegada se apoderaron de aquel hotel de montaña como un miasma de muerte, habría preferido dejar que Ella se apañara sola con sus propios fantasmas.


Principio de "El enigma de los gatos asesinados"
    

18.12.25

Consuelo García del Cid Guerra. Las desterradas hijas de Eva

En 1983, miles de internas en los distintos centros todavía activos del Patronato, vieron por televisión -su único contacto con el mundo real en día y horas determinadas- cómo Remedios Amaya con la canción Quién maneja mi barca, no se llegaba al punto en el festival de Eurovisión. Así mismo, el grupo punk, Las Vulpes interpretó el tema, Me gusta ser una zorra en el programa, Caja de Ritmos, dirigido por Carlos Tena.
La letra provocó un gran escándalo con graves consecuencias. Incluso se llegó a debatir en las cortes generales. El programa fue clausurado, se presentó una querella y Carlos Tena resultó cesado en el acto.
La muerte de Inmaculada Valderrama no se debatió en las Cortes. Ella fue el último cadáver de todo aquel infierno que duró más de cuarenta años. Los demás se archivaron como causas naturales, o producto de rebeldías varias, conceptualizadas según la moral de una época en la que se criminalizó a las madres solteras y a cualquier adolescente que pensara por sí misma. Todo era normal. Nada se discutía. El poder se encontraba en manos de la Iglesia Católica y del Estado. Juntos, unidos más allá del final, puesto que los hechos se prolongaron hasta 1984.
España estaba muy ocupada en su transición. Ignoró por completo a las menores encerradas, ajena a una realidad oculta bajo los muros de su propia vergüenza.


Principio de "Las desterradas hijas de Eva"

17.12.25

Alejandra Pizarnik. Cold in hand blues

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo


De "El infierno musical"
En "Poesía completa"
    

16.12.25

Julia Leigh. Desolación

Se detuvieron ante la gran reja de entrada, alrededor todo era campo abierto, vacío,, un campo poco agraciado, tierras llanas, aradas y fangosas. El cielo de la mañana era un bálsamo, de un azul pálido y blanquecino. La mujer tenía una pollera tubo de tweed, una blusa gris de seda y el pelo recogido en un rodete suelto, como solía usarlo su madre. Tenía el brazo derecho quebrado y lo llevaba colgado de un pañuelo de seda, un cabestrillo, que combinaba con su blusa. A sus pies, una valija. Los niños -el chico tenía nueve años, la chica tenía seis y llevaba su muñeca favorita en brazos- iban con mochilas y una valija pequeña cada uno.


Principio de "Desolación"
    

15.12.25

Inge Müller. Rendez-vous 44

Frantiček
Cuando llegaste ya me había ido
Cuando llegué ya te habían trasladado
Frantiček! La tierra gira.
Será que sólo vivimos 
Para enterrar a los amigos?
Cuándo se dará lo que queremos?
Cuando llegué ya te habían trasladado
Cuando regreses ya me habré ido
Te buscaré, Frantiček. 


De "Que no me asfixie de hacer tanto silencio!"
   

14.12.25

Giulia Martini. Yo rimas, tú remedios...

Yo rimas, tú remedios.
   
Tú vas hacia tus credos,
yo a lo remanente.


En "Sombra escrita. Diecisiete poetas italianas (1970-1995)"
    

13.12.25

Mary Oliver. Invitación

Oh tienes tiempo
  para quedarte
    tan solo un ratito
      de tu ajetreado
   
y muy importante día
  para los jilgueros
    que se han reunido
      en un campo de cardos
   
para una contienda musical,
  ver quién puede cantar
    la nota más alta,
      o la más baja,
   
o la más expresiva de júbilo,
  o la más tierna?
    Sus fuertes, romos picos
      beben el aire
   
mientras se afanan
  melódicos
    no por tu bien
      ni por el mío
   
ni tampoco para ganar
  sino por puro gozo y gratitud,
    creednos, dicen,
      es algo serio
   
tan solo estar vivos
  en esta fresca mañana
    en este mundo arruinado.
      Os ruego,
   
no paséis por aquí
  sin deteneros
    a atender esta
      actuación un tanto ridícula.
   
Podría significar algo.
  Podría significarlo todo.
    Podría se lo que Rilke pensaba cuando escribió:
      Debes cambiar de vida.


De "Pájaro rojo"
En "Devociones"