8.12.25

Eva García Madueño. Tristeza

En el laberinto de mis pensamientos,
encuentro la belleza en la oscuridad,
la luz en la sombra,
la esperanza en el abismo.
  
Alejandra Pizarnik


TRISTEZA


Llegas con las hojas muertas
llenando las horas vacías 
con tus profundos ojos de sal.
Viertes finas agujas en el centro
de mi corazón, entre latido y latido.
Anudas mi garganta deshabitada.
Tus afiladas garras rasgan
las páginas en blanco
donde habitan los sueños inacabados.


De "Disforia"
    

7.12.25

Maria Borio. Las formas que se alejan en la memoria...

Las formas que se alejan en la memoria
eran fuertes de una piedra.
Las formas, los pactos, uniones naturales,
es el río, el juez.
Te jalaste el pelo
detrás de las orejas,
mi esposa, en el silencio contemporáneo.
   
Mucho después, el ojo de él 
que puede ser ella
intercambia hombres y sexos,
el todo amar líquido. 
   
Mi abuelo se casa, mi abuela
atrás para engendrar, 
mi abuelo mi abuela mayor y menor.
Recoges la niebla para hacer piedra,
y me acaricias las manos,
mi esposo, en el silencio contemporáneo.


En "Sombra escrita. Diecisiete poetas italianas (1970-1995)"
    

6.12.25

Alda Merini. Yo no fui engendrada...

«Yo no fui engendrada
mas surgí prepotente
de las tramas de lo oscuro
para asirme a toda confusión».



De "Me aniquila"
    

5.12.25

Sarah Holland-Batt. El turno de noche

Como colibrís a la faena
con inyecciones de néctar  
  
resuenan los zuecos blancos de las enfermeras
de sala en sala. Pitan
   
y chasquean los timbres como zordalas 
eléctricas. Mi madre se acerca
  
a David Attemborough al oído:
la voz de él se cuela por el receptor
  
de plástico. Un caimán flota
en el verdín del Pantanal,
   
de la piel de su ojo absorbe lágrimas 
una corona de mariposas. Cristales de sal
   
endulzan cada uno de sus aleteos.
Gotea su quimioterapia. La noche
   
cincha sus zarcillos alrededor
de parpadeos fluorescentes:
   
luz que nunca muere.
Mi madre entra y sale
   
de un sueño que nunca
se asienta, sino que sube y baja
   
y sube. Está muerta de cansancio. El ojo
del caimán se abre y se cierra,
   
membrana lisa que se adhiere 
al incesante lametazo de sal. No está claro
   
si percibe el alivio infinitesimal del peso que cesa
cuando cada mariposa alza el vuelo.


De "El jaguar"
    

4.12.25

Maya Angelou. Toda la gama

Tú, suave día, sé terciopelo suave,
   mi verdadero amor se acerca,
mira tu brillante y polvoriento sol,
   despliega tus carruajes dorados.
  
   Tú, suave viento, sé suave como la seda,
mi verdadero amor está hablando,
   guarda tus pájaros, tus gargantas de plata,
estoy buscando su voz de oro.
   
Ven tú, muerte, con prisa, ven,
   mi manto negro está tejiendo,
acalla mi corazón, sé un silencio mortal,
   mi verdadero amor está marchándose. 


De "Dénme sólo un trago de agua fría antes de morir"
En "Poesía completa"
   

3.12.25

Inma Chacón. 3 de diciembre de 2003

Arrulló tu silencio la luna
y volaste a Vietnam.
Seguirá allí el horizonte?
  
Duermes,
y la nana de Dulce de Luna
abanica tu nombre.
  
No regreses del sueño,
no despiertes más.
  
Crecerán nuestras alas
para que impulsen 
tu espalda.
  
Es diciembre,
y la nana de Dulce de Luna
abanica tu vuelo,
y te vuelve
a Vietnam.


De "Alas"
   

2.12.25

Socorro Venegas. Ceniza roja

   22 de agosto
  
  
   Tres meses. La pluma en mi mano, la tinta en la pluma, el rasgueo sobre el papel.
   Cada palabra nombra el vértigo.
   Han pasado tres meses.
   Para celebrar mi cumpleaños, Kenia y Fernando me llevaron a cenar.
   No sé si sepas, si puedas saber. Ellos dos eran un espejo, y ahora veo lo que tú y yo no somos más, lo que no tenemos, lo que no amaremos. 
   Al mismo tiempo, me contemplo a tu lado. Un Nosotros que en algún lugar cristalizado, seco, sin savia, será para siempre.


Principio de "Ceniza roja"
    

1.12.25

Cristina Rivera Garza. I. Acurrucarse

De la familia de los Orthomyxoviridae, las palabras
gripe o gripa proceden de la francesa
  
grippe; procedente 
del suizo alemán grupí:
   
acurrucarse
  
una enfermedad infecciosa de aves
y mamíferos, la influenza 
procede del italiano, un tipo
de virus ARN, de la familia
de los Orthomyxoviridae proceden
de la francesa palabra
del suizo del alemán procede del italiano
influenza la infección de las palabras
procedentes del virus de la familia
proceden de la causa 
infecciosa de las aves
de todas las aves, de todos
los mamíferos 
procedentes de la enfermedad
infecciosa de la familia
   
de las palabras
acurrucarse aves, acurrucarse
  
mamíferos.


De "La imaginación pública"
En "Me llamo cuerpo que no está. Poesía completa"
   

30.11.25

Giulia Rusconi. A los lugares que no se olvidan...

A los lugares que no se olvidan
mi lágrima de siempre. Quedarse
pegados nostálgicos al seno
de casa, no traicionar.
Y te destiñe el rostro
un pálido humor que se asoma
nuevo, pero oído apenas.


En "Sombra escrita. Diecisiete poetas italianas (1970-1995)"
    

29.11.25

Amparo Dávila. Ámbito del silencio

El silencio es un espejo negro
donde se ahogan todas las preguntas.

La tarde cerró de golpe sus ventanas
al invadir la voz los musgos del silencio.
  
Hay veces
que una palabra
pesa sobre el mundo
como un astro incendiado
recostado en el hombro de una rosa.
  
Es preciso callar.
Dejar que el agua ignore
su propio nombre,
sepultar en ataúdes de niebla
las voces de las hojas
y los tumbos del mar,
detenerse a envejecer
como las piedras,
ahogándose en palabras
nunca dichas.
  
Un muro de sal amarga
se calcina en la garganta
y puñales de luna congelada
mutilan gritos,
dejándonos
en la rama del viento
sin alas y sin voz.
  
Bien lo sé,
a mitad del sueño
existen muelles sombríos
donde el silencio tiene
potestad de nube.
   
La voz es una isla,
lágrima ardida
frente al mundo, en suspenso,
cercada por una soledad de multitudes.
  
Si todos supieran!...
  
El corazón lastima
como pétalo herido
al rodar del verano,
cuando la voz madura
y el día feliz ahonda
por los rincones de la brisa.
  
Pero no, olvidemos...
  
Llueve en el recuerdo
helada lluvia de ceniza
y el rostro de la voz
pálido y ciego
habita los espejos negros
de la ausencia.
  
Alguien me dice:
hay perlas ancladas
en el polvo de los días,
hay ecos golpeando
ventanas de futuro.
  
Pero es inútil asirse
a la infancia de la voz,
cuando la noche cubre el corazón
y en el silencio se ahogan las estrellas.
  
Dejemos que el día se marche
golpeándonos las sienes...


De "Perfil de soledades"
En "Poesía reunida"