30.12.11

Wislawa Szymborska. Una del Montón

Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.

Otros antepasados
podían haber sido los míos.
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.

En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Trajes de gaviota, de araña, de ratón de monte.
Cada uno hecho a medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.

Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos individuo.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.

Alguien mucho menos feliz,
críado por un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo el cristal de un microscopio.

Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.

Hierba arrodillada
por el correr de incomprensibles sucesos.

Un tipo de mala estrella
que para otros brilla.

¿ Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?

¿ Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?

El destino, hasta ahora,
ha sido bénevolo conmigo.

Pudo no haberme sido dado
recordar los buenos momentos.

Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completramente diferente.


De "Instante"

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