-Ah, Tesse, cuánto me aburro... Qué aridez en mi vida! El mismo programa de siempre: el bosque, las carreras, probarse; y para terminar tan insípida jornada: la cena. Y qué cena! Encerrada en un restaurante de moda donde una se ahoga, estrecho y apestado por lo común por los olores infectos de la cocina y del tabaco... eso sí, con amigos, pero qué amigos! Si es que se puede llamar así a los mil y un conocidos más o menos interesantes que el azar cruza en nuestra existencia... Y el fin.
Principio de "Idilio sáfico"
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