Sylvia Beach. La librería de A. Monnier*

Un día, en la biblioteca nacional leí que una revista -Vers et prosse de Paul Fort, si la memoria no me falla- se distribuía en la librería de A. Monnier, en el número 7 de la calle de l'Odeon. No había oído nunca aquel nombre y el barrio de l'Odeon no me resultaba familiar; y no sé que impulso me llevó hacia el lugar donde iban a ocurrir los hechos destinados a tener tanto peso en mi vida. Crucé el Senna y llegué a la calle de l'Odeon, con aquel teatro que me recordaba un poco las casas de estilo colonial de Princeton. A mitad de la calle, a la izquierda, había una pequeña librería gris; sobre la puerta, ponía: "A. Monnier". Di una ojeada a los títulos del escaparate, interesantísimos, después cotillee el interior: vi estanterías llenas de volúmenes protegidos por sobrecubiertas de pergamino de las cuales los libros franceses iban vestidos en tanto que esperaban -a veces por mucho tiempo- a que los compraran.
En una mesa había una mujer joven sentada: A. Monnier en persona, sin ninguna duda. Al verme se levantó rápidamente, abrió la puerta y haciéndome entrar en la librería me saludó con mucha cordialidad. Semejante acogida era bastante insólita en Francia, donde en general la gente era muy reservada con los extranjeros.

De "Shakespeare and company"