De pronto la señorita Entwhistle se sintió incómoda. Dejó el libro que tenía en las manos y las apoyó sobre las piernas. Echó una mirada por la ventana, hacia las colinas del otro lado del río. Sintió como si hubiera estado husmeando en lo ajeno de forma imperdonable. Los libros que leía la gente... había algo que resultara más revelador? No, se negó a seguir examinando los libros de Vera.
De "Vera"
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