6.12.20

Margaret Randall. Manjar de mujer golpeada

La berenjena grande, oval, morada
está serenamente alucinada en su soledad.
No simplemente a solas, o requiriendo más espacio,
sino sola en la plenitud de su circunferencia.
Flotando, amoratada, inflamada de terror.

Pínchala con el tenedor por todas partes
y métela directamente en la parrilla de un horno
al rojo vivo. En 45 minutos se habrá
replegado sobre sí misma, y su piel lustrosa
será una masa de arrugas derrotadas.

Cuando se enfríe lo suficiente para manipularla,
arráncale la pulpa y bátela con un cuarto
de taza de mantequilla de ajonjolí, bastante
ajo machacado, perejil cortado finamente,
sal, pimienta y el jugo de al menos dos limones.

Ahora su brillo azul oscuro ha desaparecido, su plenitud
apenas se recuerda. Pero una exquisitez
-dicen que afrodisíaca-
puede ser servida en un cuenco pequeño
y rodeado de galletas finas o de tostadas Melba.

Antes de servir, rocíalo con aceite de oliva
por encima. Los invitados gozarán
del sabor exótico que compartes con ellos
y el aperitivo -mejorado para su propio bien-
no se quejará jamas.



En "Esto sucede cuando el corazón de una mujer se rompe"
    

No hay comentarios: