10.10.17

Margaret Cavendish. Prefacio a El mundo resplandeciente

A todas las nobles y dignas damas

La presente Descripción de un Nuevo Mundo se escribió como un apéndice a mis Observaciones sobre Filosofía Experimental y, teniendo cierta similitud y coherencia una con la otra, fueron unidas ambas como dos mundos distintos, por sus dos polos. Pero, ya que a la mayoría de las mujeres no les placen los argumentos filosóficos, he separado algunas de las observaciones citadas y así estas están aparte por sí mismas, por lo que debo expresar mis respetos presentándoles tales imaginaciones como si fueran mis contemplaciones. La primera parte es romántica; la segunda, filosófica: y la tercera es puramente imaginada, o (si así puedo llamarlo), fantástica.
Y si (las nobles damas) tienen la oportunidad de gozar con la lectura de estas fantasías, podría considerarme a mí misma una feliz creadora. Si no, debo recluirme para vivir una vida melancólica en mi propio mundo, que no puedo decir que sea un mundo pobre, si la pobreza es solamente falta de oro y joyas. En mi mundo hay más oro del que todos los químicos jamás hayan creado o, (como pienso) nunca serán capaces de crear. Por lo que respecta a las piedras de diamantes, deseo, con toda mi alma, que se repartan entre mis nobles amigas, y con esta condición de buen grado renuncio a mi parte. Por lo que se refiere al oro, solo necesito el suficiente para reparar las pérdidas de mi noble señor y esposo, pues no soy codiciosa pero sí tan ambiciosa como haya podido ser o pueda ser cualquiera de mi mismo sexo. Por esta razón, aunque no pueda ser ni Enrique V ni Carlos II, me esfuerzo en ser Margaret I. Y, aunque ni tengo poder ni ocasión para conquistar el mundo como lo hicieron Alejandro y César, y tampoco puedo ser dueña de uno, pues ni la fortuna ni el Destino me lo darían, he creado un mundo por mí misma. Y así permanezco creyendo o al menos esperando que ninguna criatura pueda o pudiera poder envidiarme por este mundo mío.

Nobles damas, su humilde servidora,

Margaret de Newcastle


Prefacio a la segunda edición de "El mundo resplandeciente"
     

No hay comentarios: