10.9.21

María Teresa Roca de Togores. A un abanico

Abanico encantado, en tus tenues colores,
vibra el arte supremo del pincel de Watteau,
en ti mueren las frases de los viejos amores
y las rimas ingenuas que tu gracia inspiró.

Tú naciste en un siglo de placer y de orgía,
y en la Corte famosa de un famoso Rey Luis,
escuchaste las risas de la amada de un día
como el triste suspiro de una reina infeliz.

Eres frívolo y frágil, como el alma liviana
de la grácil marquesa que te supo agitar;
oh, cómplice temible de la fiel cortesana,
qué de intrigas contaras si pudieras hablar!

Tú robaste a la noche sus matices de plata
y sus pálidos oros a las rosas de té;
en ti duermen los ecos de la vieja sonata
y las rítmicas notas del gentil minué,

Tú recuerdas la pompa de la Corte francesa,
y revives la historia del augusto Borbón
que salpicara el trono de su invicta grandeza
con el cieno del vicio de una insana pasión.

Y viviste entre aromas, entre seda y brocados,
entre burlas y besos, y palabras de amor;
y bebiste el aliento de labios perfumados,
y evaporaste gemas que cuajara el dolor.

Hay escrito en tu vida un retazo de historia,
de la historia de un siglo de inagotable afán;
que lo mismo cantaba del guerrero la gloria,
que admiraba las rimas del abate galán.

Instrumento engañoso de la trama de encajes,
encubridor de risas, de llanto y de traición,
en ti vibran las almas de añejos personajes,
en ti vive el recuerdo que amó la tradición.

Eres frívolo y frágil, como el alma liviana
de la grácil marquesa que te supo agitar.
Oh, cómplice temible de la fiel cortesana,
qué de intrigas contaras si pudieras hablar!

Hoy yace ya olvidada la escena campesina
de los tenues colores que el tiempo acarició;
que encerrado en la cárcel de moderna vitrina
duerme el arte supremo del alma de Watteau.


En la "Antología de poetas españolas.
De la generación del 27 al siglo XV"
         

No hay comentarios: