2.6.18

Lucía Sánchez Saornil. Margarita

En las amplias estancias, al placer penumbrosas,
tu desnudo triunfaba como un mármol egregio,
y tu carne divina, sobre un tálamo regio,
deshojaba el encanto de sus líricas rosas.

De la lira sonora bajo el lánguido arpegio
al amor se encendieron tus pupilas radiosas,
y en silencio alumbraron -lamparitas gloriosas-
el ensueño sin nombre de tu azul sacrilegio.

Fuiste toda una hoguera de placeres paganos;
los gusanos del vicio -los terribles gusanos-
incansables tejieron el telar de tu suerte.

Y en la trágica hora de tu horrible agonía,
aun sentiste el deseo que tu carne encendía,
bajo el bárbaro abrazo con que asalta la muerte.


En "Safo en Castilla"
    

No hay comentarios: