19.9.18

Penelope Mortimer. La primera fase de la pesadilla...

La primera fase de la pesadilla consiste en perder la capacidad de creer en lo insignificante. La consciencia se aguza hasta el punto de que nada es trivial, sino que cada momento, cada detalle posee la misma insoportable cualidad de generar pavor. En este estado de desesperación no hay crisis. El bondadoso censor de la memoria ha perdido el control y todo se recuerda con el mismo horror, la uña partida se transforma en la irregular delatora del sinsentido de la existencia, el comentario más inocente da rienda suelta, sin previo aviso, al dolor o al terror de toda una vida. Pero aun así los días se amontonan, uno encima de otro, de manera ordenada; las semanas siguen marcadas por un domingo en rojo y los meses tienen nombre. Es necesario comer y dormir. Es necesario disponerlo todo para el futuro, aun cuando ello consista únicamente en tomar aliento con el fin de que este pueda, en algún momento, exhalarse y respirarse de nuevo.


De "Papá se ha ido de caza"
    

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