Acababa noviembre cuando te encontré. El cielo estaba azul y los árboles muy verdes. Yo había dormido largamente, cansada de esperarte, creyendo que no llegarías jamás. • Decía a todos: mirad mi pecho, veis?, mi corazón está livido, muerto, rígido. Y hoy, digo: mirad mi pecho: mi corazón está rojo, jugoso, maravillado.
De "Poemas de amor"
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