6.1.19

May Wedderburn Cannan. Agosto, 1914

El sol se elevó sobre la falda de la colina
   desnuda con el heno recogido,
un mirlo cantaba en el alféizar 
y una muchacha se arrodillaba a rezar.
   "A aquellos que mantuviste a salvo en la noche, oh, Señor, mantén a salvo durante el día."
El sol se elevó sobre el cielo hendido de metralla,
   las armas ya estaban sobre el camino,
y un soldado regresaba del esfuerzo nocturno
al esfuerzo de un día más,
   y una bala silbó en el parapeto
   para albergarse en el barro del nuevo turno.
El sol se hundió lento en la falda de la colina,
   se habían llevado todo el heno,
un mirlo cantaba en el alféizar 
y una muchacha se arrodillaba a rezar:
   "Mantén a salvo en la noche, oh, Señor,
   a aquellos que mantuviste a salvo durante el día."
El sol se hundió lento en el cielo hendido de metralla,
   las armas habían hecho el camino, 
un soldado que fue a dormir aquella noche
no despertaría en la mañana
   y un mirlo voló desde el alféizar
   cuando la muchacha se arrodilló a rezar.
Marzo, 1915


En la antología "Nada tan amargo.
Seis poetas inglesas de la Primera Guerra Mundial"
     

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