Un reciente informe de la Fawcett Society establece una relación entre el porcentaje equilibrado del 50% de hombres y de mujeres en Asamblea Nacional de Gales, y el número de veces que se propusieron allí "temas de mujeres". De ninguna manera pretendo lamentarme de que la atención a la infancia y demás propuestas tengan un tratamiento justo, pero no creo que estas cuestiones deban percibirse como "temas de mujeres", ni que estos sean los motivos principales por los que queremos mayor presencia femenina en los parlamentos. Las razones son mucho más elementales: es flagrantemente injusto dejar a las mujeres al margen, sean cuales fueren los medios inconscientes que nos guían; y sencillamente no podemos permitirnos prescindir del conocimiento de las mujeres, ya sea en tecnología, economía o asistencia social. Si eso significa que haya menos hombres en los parlamentos, como debe ser -los cambios sociales siempre tienen ganadores y perdedores-, estoy dispuesta a mirar de frente a esos hombres.
De "Mujeres en el ejercicio del poder"
En el libro "Mujeres y poder"
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