Tal vez
si escuchas atentamente
oigas
mis pensamientos
algún pomo
que acarició mi mano
muchas veces.
La ropa en el tendedero
los corderos recién nacidos
Y las noches
tú a oscuras
y el oleaje nos adormecía.
El miedo era un raro visitante.
Dormíamos a veces
muy adentro en la nieve
con las palmas unidas.
Y la marea baja.
Te diré una cosa
Cómo hay que vivir
Solamente en tus sueños
Solamente en tus sueños
Aunque el sol te persiga
todo el día.
[Undarlegt er ad spyrja mennina, 1968]
En la antología de "Poesía nórdica"
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