25.7.19

Hadewijch de Amberes. Por tristes que estén la estación y los pajarillos,...

Por tristes que estén la estación y los pajarillos,
no debe estarlo el corazón noble.
Pero quien quiera afrontar los trabajos de Amor
de Él sólo tendrá que aprender
-dulzura y crueldad,
alegría y dolor-
lo que hay que probar en el servicio del Amor.
   
Las almas elevadas que en Amor crecieron,
capaces de amar en la insatisfacción,
deben ser siempre
fuertes y atrevidas,
dispuestas de continuo a aceptar
el consuelo o la aflicción 
que Amor les reserve. 
   
Los caminos de Amor son inauditos,
como bien sabe quien pretende seguirlos;
turban de repente al corazón resuelto,
el que ama no puede encontrar constancia.
Aquel a quien Amor
toca en el fondo del alma
conocerá muchas horas sin nombre [de desolación].
   
Tan pronto ardiente, tan pronto frío,
tan pronto tímido, tan pronto audaz;
muchos son los caprichos del Amor. 
Pero a cada momento nos recuerda 
nuestra inmensa deuda
con su elevado poder
que nos atrae y nos reclama para Él solo.
   
Tan pronto gracioso, tan pronto terrible, 
próximo ahora, lejano después;
para quien le conoce y en él confía,
esto mismo es el gozo supremo.
Cómo Amor abraza y golpea a la vez!
   
Tan pronto humillado, tan pronto exaltado,
oculto ahora, revelado después;
para ser colmada por Amor un día
hay que correr riesgos y aventuras
hasta alcanzar 
el punto en que se degusta
la pura esencia de Amor.
   
Tan pronto ligero, tan pronto pesado,
oscuro ahora, claro después;
en la dulce paz, en la asfixiante angustia
dando y recibiendo, 
ésa es la vida de aquellos
que se pierden
en los caminos de Amor.
   
   
En el libro "El lenguaje del deseo"
    

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