los ojos de neblina
y las manos heladas.
Ah, madre,
qué cansada estoy,
qué cansada.
Si ya no puedo más con este fardo
este fardo sombrío
que me he echado a la espalda.
Y estos que van conmigo
y que me escuchan
se miran y preguntan
De qué fardo nos habla?
Ah, madre,
no sabes como estoy
de cansada.
En "Poesía completa"
No hay comentarios:
Publicar un comentario