El propósito de la reevaluación y el redescubrimiento del arte minoritario (incluyendo el de las mujeres como minoría cultural) es sobre todo el de remediar la parcialidad y la exclusividad haciendo justicia con artistas individuales a cuya obra se le permite la entrada en el canon, que de ese modo estará más completo, aunque no sufre ningún cambio fundamental. A veces también se insiste en que erradicar la desigualdad previa alentará a nuevos artistas pertenecientes a los que hasta ahora se consideraban grupos "inadecuados", y enriqueciendo así el arte con más artistas que proporcionarán materiales nuevos (o diferentes), y que toda esta actividad mejorará, pero no alterará, el canon del arte.
Pero en el caso de las mujeres, qué es lo que ha quedado fuera? "Basicamente", responde Carolyn Kizer, "las vidas privadas de la mitad de la humanidad".
De "Cómo acabar con la escritura de las mujeres"
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