Por la luna marcada y por el sol tocada
aunque mi magia no está escrita
cuando el mar dé media vuelta
dejará tras de sí mi forma.
No busco ningún favor
intocada por la sangre
implacable como la maldición del amor
permanente como mis errores
o mi orgullo
no mezclo
amor con pena
ni odio con desprecio
y si me conocieras
mira en las entrañas de Urano
donde bate el incansable océano.
No habito
mi nacimiento ni mis divinidades
soy intemporal y a medio hacer
y busco aún
a mis hermanas
brujas en Dahomey
que me llevan en sus telas enroscadas
como hacía nuestra madre
en duelo.
He sido mujer
largo tiempo
cuídate de mi sonrisa
traiciono con magia antigua
y la furia nueva del mediodía
con todos tus amplios futuros
prometidos
yo soy
mujer
y no blanca.
De "El unicornio negro"
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