Si hoy persigo la muerte,
bajo sus desechos sin huella,
pongo sal en mi lengua en lágrimas endurecidas
por mi precioso y querido tiempo desperdiciado
corro
por esta cueva prometida con premura
y mortal
prisa,
tendrás
tú
la
gracia
de llorar
por mí?
De "Dame sólo un trago de agua fría antes de morir"
En "Poesía completa"
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