Dicen que me ven a duras penas
a través de un vaso que no va a brillar,
aunque yo me he puesto frente a ustedes con osadía,
adornada con clase y marcando el paso.
Me escuchan débilmente
como un susurro fuera de alcance,
mientras mis tambores golpean el mensaje
y los ritmos nunca cambian.
Igualdad, y seré libre.
Igualdad, y seré libre.
Anuncian que mis maneras son excesivas,
que revoloteo de hombre a hombre,
pero si yo sólo soy una sombra para ustedes,
podrán entenderlo alguna vez?
Hemos vivido una historia dolorosa,
conocemos el vergonzoso pasado,
pero yo sigo yendo hacia adelante,
y ustedes llegando los últimos.
Igualdad, y seré libre.
Igualdad, y seré libre.
Quítense la venda de los ojos,
quítense el tapón de los oídos,
y confiesen que me han oído llorar,
y admitan que han visto mis lágrimas.
Escuchen el compás tan persuasivo,
escuchen el latido de la sangre en mis venas.
Sí, mis tambores resuenan cada noche,
y los ritmos nunca cambian.
Igualdad, y seré libre.
Igualdad, y seré libre.
De "Nada me hará caer"
En "Poesía completa"
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