Unas palabras previas
Años atrás me dije a mí misma: "La vejez no existe; sólo existe la pena." Con el paso del tiempo he aprendido que esto, aunque cierto, no es toda la verdad. Otro generador de vejez es el hábito: el mortífero proceso de hacer lo mismo de la misma manera a la misma hora día tras día, primero por negligencia, luego por inclinación, y al final por inercia o cobardía.
Afortunadamente, la vida inconsecuente no es la única alternativa, pues tan ruinoso como la rutina es el capricho. El hábito es necesario; es el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que una debe combatir incesantemente si quiere continuar viva.
Principio de "Una mirada atrás"
1 comentario:
No podría estar más en sintonía.
Publicar un comentario