23.6.20

Lidia Chukóvskaia. Sí, los poemas de Ajmátova se recitaban de memoria en los campos de prisioneros...

Sí, los poemas de Ajmátova se recitaban de memoria en los campos de prisioneros, y yo misma vi con mis propios ojos un libro hecho de cortezas de abedul en cuyas páginas se inscribieron sus poemas. En 1958, por primera vez después de la Resolución del Comité Central contra Zóschenko y Ajmátova, se publicó un libro con una tirada minúscula que contenía algunos de sus poemas. Y al instante, en respuesta, hubo una avalancha de cartas. De quién? De gente que en las escuelas había tenido que memorizar el lenguaje soez de Zhdánov. Pese a todo, habían conservado las palabras de Ajmátova, no las conocieron en ese minúsculo libro publicado en 1958. En nuestro país, a las mentiras y falsificaciones se opone una memoria persistente, conservada quién sabe por quién, sostenida quién sabe sobre qué, pero obstinada en su trabajo de topo. 


De "Crónica de un silencio"
    

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