La muerte es el olvido de los vivos.
El olvido es una liebre veloz y pesada de plomo abismal.
La alegría está lejos
y cerca
una tormenta de ojos
en fotos despintadas
y a la luz.
Hay un llanto feroz del cielo
que en demora cubre el paso de los latires.
La memoria es una huella
y un tormento en el cristal de la lengua.
Tú
una mano cerrada.
Una canción que no tuvo comienzo.
(De Por gracia de hombre, 2008)
En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
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